Diferencias entre software ERP y MRP

Existen varias diferencias entre los software ERP y los MRP que son precisamente las que nos proponemos dilucidar en este artículo. Lo hacemos para que puedas sacar el máximo partido a ambas alternativas teniendo en cuenta la gran importancia que a todas luces tendrán en lo que se ha venido a llamar la Industria 4.0. Lo haremos aportando la definición de cada uno de ellos y comparando sus principales características y funciones. 

Qué es un ERP

Un ERP es un software de gestión empresarial cuyas siglas vienen de las palabras en inglés Enterprise Resource Planning. Es un programa que está integrado por varios módulos que se encargan de dar gestión a cada una de las áreas y departamentos de un negocio y que son capaces al mismo tiempo de automatizarlos en tiempo real. Es así que los datos que recaban son compartidos con cada uno de dichos departamentos para conseguir con ello una integración mucho mayor. 

Así, los software ERP son sistemas de gestión de la información que pueden automatizar gran parte de los procesos operativos y productivos de una empresa. Estos software están diseñados para registrar, ordenar y procesar datos de ella y ofrecernos un bosquejo mucho más preciso y en tiempo real sobre la situación de la empresa y sus diferentes departamentos. Con ello de un lado nos permite conocer su estado y ser más eficientes y del otro nos permite adoptar mejores decisiones.  

Qué es un MRP

Un software MRP es un sistema dedicado a la planificación de requisitos de material. Son sistemas que pueden ayudarnos a gestionar y planificar nuestras peticiones y abastecimiento de material. Es así que se emplea exclusivamente en procesos de fabricación, una de las diferencias esenciales que tiene respecto a un software ERP que tiene un enfoque más general. Así, un MRP forma parte como elemento especializado de un área dentro de la oferta de herramientas informáticas en general. 

Con un software MRP es posible establecer previsiones y planificaciones para los materiales en tiempo real y de forma exhaustiva ahorrando con ello costes y ganando en eficiencia dentro de la gestión concreta de dicho departamento enfocado fundamentalmente a las compras. Es así que, por ejemplo, podemos solicitar materiales cuando sean necesarios para la fabricación y hacer que estén disponibles para nosotros dentro de un plazo establecido a través de la gestión y programación de inventarios.  

ERP vs MRP ¿cuál es mejor?

A continuación pasasmos a hablar de las diferencias entre el ERP y el MRP y las ventajas que cada una de ellas engendra para un tipo de negocio concreto. A la luz de ellos dispondrás de la información necesaria para saber cuál es mejor para tu empresa.

1.- Integración vs trabajo en solitario

Una de las principales diferencias entre un ERP y un MRP es que el primero trabaja de forma integrada con todos los departamentos de una empresa. Sin embargo, los MRP son softwares de fabricación independientes que en consecuencia trabajan de forma autónoma con características y factores de la producción. Es así que un software ERP trabaja de una forma más integral incluyendo más aspectos que pueden contener los específicos de un MRP. 

2.- Amplitud de sectores

Existe otra diferencia crucial que debe tenerse en cuenta a la hora de elegir entre un ERP y un MRP. Nos referimos a la amplitud de los sectores que pueden incluir entre sus funciones. Tal y como hemos dicho, un software ERP puede integrar todos los procesos del negocio, desde la logística y las ventas hasta los Recursos Humanos. Sin embargo, un MRP es una solución pensada para industrias manufactureras dedicadas a la producción. 

Así pues, un MRP puede ser mejor para ellas mientras que un ERP puede ser ideal para más tipos de sectores por poder incluir entre sus gestiones diferentes industrias. Al mismo tiempo, el tamaño de la empresa también entra en juego precisamente por dicha característica: en el caso de pequeñas y medianas empresas manufactureras puede ser más recomendable el uso de un MRP como consecuencia de que no cuentan con tantos departamentos como una empresa grande que sí podría beneficiarse de las tareas de un ERP.

3.- Según el tipo de usuario

Otro de los criterios que se deben tener en cuenta para decidir si usar un MRP o un ERP es el perfil del usuario. En efecto, como consecuencia de su mayor integración, un ERP puede requerir un perfil más capacitado o más especializado que quede repartido en los diferentes sectores para los que consigue su integración. Sin embargo, un MRP y por estar centrado exclusivamente en el sector productivo y sus necesidades de abastecimiento puede cumplir mejor con la industria manufacturera pero de una forma menos completa respecto al tipo de industrias que puede abarcar. 

 

Qué tipo de empresas necesitan un MRP

Comentaremos ahora qué empresas necesitan un MRP y las principales razones por las que puede ser necesario para ellas.

1.- Sector fabril primario

Transformación de metales preciosos y no ferrosos, productos plásticos (y de refinamiento del petróleo), procesado de bienes alimenticios.

2.- Sector fabril no primario

A) Bienes de consumo: textil, productos farmacéuticos, sustancias químicas, procesado de papel y cartón.

B) Industrias de bienes intermedios: productos de molinería, fabricación de piezas y artículos para carpintería y producción metalúrgica.

C) Bienes de capital: fabricación de vehículos, motores, generadores, transformaciones eléctricas, maquinaria para la exploración y procesado minero, alimentación, etc.

Como se puede ver, un MRP puede aportar numerosas ventajas para la planificación de la pedida de suministros de producción en cualquier empresa del sector manufacturero. Una de las ventajas que tiene es que puede cumplir su servicio tanto en empresas grandes como en PYMES, por lo que sacarle partido resulta en todos los casos algo accesible y sencillo que de hecho no requiere de mucha formación por parte de la plantilla llamada a usarlos. Así, no solo reduce los costes sino que al mismo tiempo implementa la eficiencia de una cadena de valor y la calidad del producto producido. Esto, naturalmente, redunda en la satisfacción del cliente y la imagen corporativa de la compañía.